martes, 31 de mayo de 2016






Entrevista realizada por Diana Puertas Rivas a Isabel, Antonio y Celia Ramos Lafuente, hijos de Domingo Eladio Ramos Martín, natural de Motril, 13 años en 1936 e Isabel Lafuente Mejías, natural de Colomera, 7 años 1936.
Cómo vivieron, sintieron y transmitieron sus vivencias de la Guerra Civil a sus hijos, y cómo estas inlfuyeron en sus vidas para siempre. Además sirvieron para entenderlas mejor y comprender sus decisiones.
Es importante decir que esta entrevista no quiere fomentar ni rencor ni odio, sólo se cuenta una historia de una familia, y nos damos cuenta de lo absurdo de las guerras.


-¿Qué etapa de la Guerra Civil vivísteis y vivieron vuestros padres?
(Antonio): Pues nosotros ninguna porque somos más jóvenes, pero nuestros padres la guerra entera, mi madre tenía 6 años cuando empezó y mi padre 14. Así que la vivieron entera.

-¿Cómo vivísteis la Guerra Civil?
(Antonio): Mis padres la vivieron fatal, no dejaron de hablar de ella hasta que se murieron, porque como Granada estaba dividida en dos partes en la Zona Republicana y la Zona Nacional y a ellos les tocó vivir a cada uno en su pueblo, en las Zonas del Frente, donde estaban las batallas. Mi madre en Colomera que fueron 3 años en la Zona del Frente y mi padre en Motril que fue bastante tiempo, también en la Zona del Frente y luego tuvo que huir. Lo pasaron fatal, todo el día con bombardeos y todo el día asustados.

-¿Tuvieron que huir vuestros padres a algún sitio?
(Celia): Sí, en la Guerra Civil Española tuvieron que moverse, porque com oha dicho mi hermano Antonio, estuvieron en Zona de Frente, mi madre en Colomera cada vez que bombardeaban tenía que huir a distintos cortijos que rodean Colomera, que son haciendas grandísimas. Y a mi padre en Motril, le pilló la Desbandada de Málaga, que es un hecho histórico de la Guerra Civil Española que apenas se ha hablado de ella, y huyó desde Motril hacia Almería pasando por la Sierra de Lujar con 14 años en Enero, así que lo pasaron muy mal los dos.

-¿Estaba vuestra familia dividida en dos bandos?
(Antonio): En líneas generales no. El 90% estaban en zona roja, zona republicana, zona demócrata, pa’ que te enteres que son las tres palabras, que no se dice peyorativamente, pero sí puntualmente a alguien le pilló en el otro lado, o alguien que aunque fuera de izquierdas se vio forzado a combatir en el lado de los nacionales, pero por convicción propia no, excepto un tío de mi padre que era de derechas, sin embargo todos los demás eran republicanos.

-¿Tuvísteis pérdidas en vuestra familia?
(Celia): De familia directa no, a lo mejor algún primo lejano sí. Ahora eso sí, vecinos, amigos… En los dos pueblos en los que vivieron mis padres.

-¿Cómo vivísteis la Transición?

(Celia): Cada uno lo hemos vivido de una forma distinta, porque somos de distintas edades y distintas generaciones, te cuenta Isabel.
(Isabel): Pues yo la viví con miedo, porque yo había escuchado a mis padres y a mis abuelos todo lo que había pasado en la guerra y por qué había pasado, y ahora temía que pudiera pasar lo mismo. Entonces lo viví con miedo, con esperanza también, mucha esperanza, y cuando iba pasando el tiempo con mucha alegría mucha alegría también.
(Celia): Antonio, ¿tú cómo la pasaste?
(Antonio): A mí me pilló con tu edad (dirigiendose a mí), con unas ganas de revolución…
Todos los días de manifestaciones en Granada y gritando: “¡Vostros, fascistas, sois los terroristas!” Eso gritábamos, con mucha ilusión y con muchas ganas de que se liara de verdad y de que esta vez ganasemos nosotros.
*Risas
(Celia): Yo en cambio, como era más chiquitilla, me parece que estaba en segundo de EGB, y yo lo escuchaba todo en mi casa, lo escuchaba en la radio, en la televisión, lo escuchaba cuando los profesores hablaban entre ellos, pero yo decía, bueno qué estará pasando. Para mí era como un juego, todo el mundo cascando y yo sin enterarme, porque era muy pequeña.

-¿Influyó la ideología de vuestros padres sobre vosotros?
(Los tres): Siiiiii…
(Celia): Somos todos de izquierdas.
(Antonio): Yo siempre he sido anarquista gracias a mi tío Antonio, que estuvo de “Niño de la noche” Y yo no sabía esa historia, y cuando él se enteró de que yo era anarquista, me felicitó, y entrada la democracia, y yo muy orgulloso de que mi tito era Luis Lazo, él se llamaba Antonio Ramos, como yo, pero el nombre que tenía de guerra, para pasar desapercibido, era Luis Lazo, y yo estoy muy orgulloso, yo me llamo Luis Lazo de segundo nombre
(Celia): Sí, tenemos una herencia muy bonita de ideología política, porque nos han enseñado muy bien desde chiquitillos. Aunque hemos tenido distintas generaciones y cada uno hemos vivido de una forma distinta, al fin y al cabo todos somos muy de izquierdas, muy rojitos…
(Isabel): Y muy respetuosos con la ideología de todo el mundo.

-¿Desde qué punto de vista vivieron la guerra vuestros padres?

(Celia): Desde el lado republicano, de la izquierda.
(Isabel): De la izquierda y desde el punto de vista de un trabajador del campo.
(Antonio): No eran tan conscientes de que eran de izquierdas o de derechas, era gente obrera con mucha hambre y con muchas ganas de trabajar, simplemente. Y la izquierda era la que les ofrecía soluciones a ese tipo de cosas, porque la derecha, que había gobernado en España unos 1500 años, nunca les había ofrecido soluciones, luego la única que les ofrecía soluciones eran los partidos que querían una evolución obrera y reparto del trabajo y de la riqueza entre todos, no que se la quedaran entre unos pocos. Es que más complejo que de izquiera y de derecha.
(Isabel): Eso es, la colectivización por ejemplo. Se repartían el trabajo y el dinero y todo.

-¿Habéis sido conscientes de las secuelas psicológicas que sufrieron vuestros padres durante la guerra?

(Isabel): Sí, claro que sí.
(Celia): Hasta el último día de su vida. Además nos han educado teniendo esa “mochila” que llevaban, sus miedos, sus ganas de futuro… Todo lo llevaban encima. Y nosotros hemos sido educados con toda esa “mochila”. Claro que hemos sido conscientes.
(Antonio): Siempre hablando de guerras, de hambre, de todo eso… La última foto que tengo de mi madre, es con el puño en alto diciendo “¡Viva la República!” Dos semanas antes de morir.

-¿Combatieron de forma activa durante la guerra? ¿Lucharon en contra del Régimen? ¿O lucharon de forma pasiva?

(Celia): Ellos no porque eran pequeñillos, pero en su entorno sí hubo gente, el hermano mayor de mi madre estuvo, el hermano mayor de mi padre también. Ambos combatiendo en la guerra.
(Antonio): Pero lo que sí estuvieron fue apoyando, sobre todo mi madre y su familia al lado republicano porque había comedores para los refugiados, su padre fue incluso alcalde durante unos meses en el lado republicano… Pasivamente sí, pero no en la quinta columna, no nos equivoquemos. La quinta columna eran los del otro bando que aún viviendo en el bando republicano conspiraban para que no salieran las cosas adelante.

-¿Cuáles fueron las palabras más usadas por vuestros padres refiriéndose a la guerra?
(Todos): Mucho miedo, mucha hambre y vivir agachaos.

Y para concluir, la última pregunta es si os sentís orgullosos de ser españoles.
(Isabel): Yo sí me siento orgullosa de ser española, porque soy superviviente de algo grande que ha pasado y yo viví sobre todo la Transición y la viví muy contenta y vi que esto iba a cambiar, y cambió.
(Celia): Yo más que sentirme orgullosa de ser española, me siento orgullosa de ser persona, que vive en un lugar normal y corriente como el resto de los países o de pueblos. Yo no estoy tan orgullosa de ser española como de ser granaina, fíjate tú, una cosa muy rara. *Risas
(Antonio): Tú fijate lo que consiguió Franco, después de 40 años de estar sometidos a su dictadura y a lo que le salía del alma hacer con nosotros, que los primeros años de la democracia, la bandera española, se asimilaba al régimen franquista y todos renegábamos de la bandera española. Yo todavía me sorprendo cuando veo en un partido de la selección española y a estas alturas la gente joven como tú (refiriéndose a mí) se pinta los colores de España en la cara, y digo “¡Coño! Ya parece que se ha superado esto!”
Yo me siento orgulloso de muchos españoles, pero de España no porque en mil y pico años que tiene de historia hemos tenido unos gobernantes, unos reyes, que lo único que han hecho es esquilmarnos, robarnos, llevarse el dinero fuera, que eso  no es nuevo de ahora, y nosotros tener paro, frustración e incluso creernos que tenemos derechos. Que falso que es. Por lo tanto yo no me siento orgulloso de ser español.

(Antonio):
Para analizar la guerra hay que tener en cuenta el antes, el durante y el después, y hay tres coplillas que nos cantaba mi madre que reflejan a la perfección lo que fueron estas etapas.
La primera habla de uno de los pretendientes a presidencia del gobierno de derechas, y aquí los rojos cantaban antes de la guerra:
“Ha llegado el verano,
ha llegado la fruta,
que muera Gil Robles,
que es un hijo puta”


Luego, durante, como era muy triste lo que se veía, se cantaba:
“En las trincheras cayó un herido,
su mismo hermano lo hirió
y le dice hermano mío,
acábame de matar,
y escríbele a nuestra madre,
diciéndole que he muerto ya”


Y después, como vinieron mucha hambre, calamidades, enfermedades de to’ tipo, había una enfermedad que afectó a mucha gente, y de la cual murieron sobre todo niños, que era el ‘piojo verde’. Decía la coplilla:
“Ni que venga el piojo verde,
ni que venga el colorao,
ni que venga el amarillo,
que el negro ya lo he pasao”


Habían pasado tanto, que les daban lo mismo que los mataran el piojo verde.

Y aquí concluye esta entrevista, espero que os haya gustado y os haya dado una perspectiva diferente de la guerra, les doy mis agradecimientos a los que me han ayudado a realizar esta entrevisa, a Antonio, Isabel y Celia Ramos Lafuente.